Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 9:30-34 verso por verso
Respondió el hombre y les dijo: — ¡Pues en esto sí tenemos una cosa maravillosa! Que ustedes no sepan de dónde es, y a mí me abrió los ojos.
Sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguien es temeroso de Dios y hace su voluntad, a ese oye.
Desde la eternidad nunca se oyó que alguien abriera los ojos de uno que había nacido ciego.
Si este no procediera de Dios, no podría hacer nada.
Le contestaron diciendo: — Tú naciste sumido en pecado, ¿y tú quieres enseñarnos a nosotros? Y lo echaron fuera.