Explicación, estudio y comentario bíblico de Juan 9:8-12 verso por verso
Entonces los vecinos y los que antes lo habían visto que era mendigo decían: — ¿No es este el que se sentaba para mendigar?
Unos decían: — Este es. Y otros: — No. Pero se parece a él. Él decía: — Yo soy.
Entonces le decían: — ¿Cómo te fueron abiertos los ojos?
Él respondió: — El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: “Ve a Siloé y lávate”. Entonces, cuando fui y me lavé, recibí la vista.
Y le dijeron: — ¿Dónde está él? Él dijo: — No sé.