Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 11:23-33 verso por verso
Ahora pues, lo que el SEÑOR Dios de Israel quitó de los amorreos delante de su pueblo Israel, ¿vas a poseerlo tú?
¿No poseerás tú lo que Quemós, tu dios, te haga poseer? Nosotros, pues, poseeremos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios les quitó delante de nosotros.
Y ahora, ¿eres tú acaso en algún sentido mejor que Balac hijo de Zipor, rey de Moab? ¿Tuvo él pleito con Israel o hizo la guerra contra él?
Israel ha estado habitando trescientos años en Hesbón y sus aldeas, en Aroer y sus aldeas y en todas las ciudades que están junto al Arnón. ¿Por qué no las has recuperado en este tiempo?
Así que yo no he pecado contra ti, pero tú te comportas mal conmigo, haciéndome la guerra. Que el SEÑOR, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Amón”.
Sin embargo, el rey de los hijos de Amón no hizo caso del mensaje que Jefté le envió.
Entonces el Espíritu del SEÑOR vino sobre Jefté, quien pasó por Galaad y Manasés, y de allí pasó a Mizpa en Galaad, y de Mizpa en Galaad fue hacia los hijos de Amón.
Y Jefté hizo un voto al SEÑOR diciendo: “Si de veras entregas en mi mano a los hijos de Amón,
cualquiera que salga de las puertas de mi casa a mi encuentro, cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del SEÑOR; y lo ofreceré en holocausto”.
Jefté fue hacia los hijos de Amón para combatir contra ellos, y el SEÑOR los entregó en su mano.
Él les causó una gran derrota desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades; y hasta Abel-queramim. Así fueron sometidos los hijos de Amón por los hijos de Israel.