Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 11:35-36 verso por verso
Y sucedió que cuando él la vio, rasgó sus ropas y dijo: — ¡Ay, hija mía! ¡De veras me has abatido y estás entre los que me afligen! Porque he abierto mi boca ante el SEÑOR y no podré retractarme.
Entonces ella le respondió: — Padre mío, puesto que has abierto tu boca ante el SEÑOR, haz conmigo de acuerdo con lo que salió de tu boca, ya que el SEÑOR ha hecho venganza contra tus enemigos, los hijos de Amón.