Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 16:8-15 verso por verso
Los jefes de los filisteos le llevaron siete cuerdas de arco frescas que aún no estaban secas, y ella lo ató con ellas.
Ella tenía personas acechando en un cuarto. Entonces ella le dijo: — ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Pero él rompió las cuerdas como un cordel de estopa se rompe cuando toca el fuego. Y no se supo en qué consistía su fuerza.
Entonces Dalila dijo a Sansón: — He aquí que te has burlado de mí y me has dicho mentiras. Ahora dime, por favor, con qué podrías ser atado.
Él le dijo: — Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no hayan sido usadas, entonces me debilitaré y seré como un hombre cualquiera.
Luego Dalila tomó sogas nuevas y lo ató con ellas. Y le dijo: — ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y había personas acechando en el cuarto. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
Entonces Dalila dijo a Sansón: — Hasta ahora te has burlado de mí y me has dicho mentiras. Dime, pues, con qué podrías ser atado. Él entonces le dijo: — Si tejes los siete mechones de mi cabellera entre la urdimbre, [y los aseguras con la clavija del telar contra la pared, me debilitaré y seré como un hombre cualquiera. Dalila lo hizo dormir y tejió los siete mechones de su cabellera entre la urdimbre].
Luego ella aseguró la clavija y le dijo: — ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Pero al despertar de su sueño, él arrancó la clavija del telar con la tela.
Y ella le dijo: — ¿Cómo, pues, dices: “Yo te amo”, siendo que tu corazón no está conmigo? Ya son tres veces las que te has burlado de mí, y no me has revelado en qué consiste tu gran fuerza.