Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 18:22-27 verso por verso
Cuando ya se habían alejado de la casa de Micaías, los hombres que habitaban en las casas cercanas a la casa de Micaías fueron convocados y alcanzaron a los hijos de Dan.
Entonces gritaron a los hijos de Dan, quienes volvieron la cara y preguntaron a Micaías: — ¿Qué te pasa que has convocado gente?
Él respondió: — ¡Tomaron mis dioses que yo hice y al sacerdote y se fueron! ¿Qué más me queda? ¿Por qué, pues, me preguntan: “¿Qué te pasa?”.
Los hijos de Dan le dijeron: — ¡Que no se oiga tu voz entre nosotros! No sea que los de ánimo colérico los acometan, y pierdas también tu vida y la vida de los de tu familia.
Los hijos de Dan prosiguieron su camino. Y viendo Micaías que ellos eran más fuertes que él, se volvió y regresó a su casa.
Los hijos de Dan se llevaron las cosas que había hecho Micaías, junto con el sacerdote que tenía, y llegaron a Lais, a una gente tranquila y confiada. Los mataron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad.