Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 20:12-30 verso por verso
Y las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín, diciendo: — ¿Qué crimen es este que se ha cometido entre ustedes?
Ahora pues, entreguen a esos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos y extirpemos el mal de en medio de Israel. Pero los hijos de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los hijos de Israel.
Más bien, los hijos de Benjamín vinieron de sus ciudades y se reunieron en Gabaa para salir a la guerra contra los hijos de Israel.
Aquel día fueron contados los hijos de Benjamín: veintiséis mil hombres de las ciudades que sacaban espada, sin contar a los habitantes de Gabaa, que fueron setecientos hombres escogidos.
Entre toda aquella gente había setecientos hombres escogidos que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no fallaban.
Fueron contados los hombres de Israel, excluyendo a los de Benjamín: cuatrocientos mil hombres que sacaban espada, todos hombres de guerra.
Luego se levantaron los hijos de Israel, subieron a Betel y consultaron a Dios diciendo: — ¿Quién subirá primero por nosotros a la batalla contra los hijos de Benjamín? Y el SEÑOR respondió: — Judá subirá primero.
Los hijos de Israel se levantaron por la mañana y acamparon frente a Gabaa.
Salieron los hijos de Israel a la batalla contra Benjamín. Y los hombres de Israel dispusieron la batalla contra ellos junto a Gabaa.
Pero los hijos de Benjamín salieron de Gabaa y aquel día dejaron muertos en tierra a veintidós mil hombres de Israel.
Sin embargo, el pueblo se fortaleció, y los hombres de Israel volvieron a disponer la batalla en el mismo lugar donde la habían dispuesto el primer día.
Los hijos de Israel subieron y lloraron delante del SEÑOR hasta el atardecer, y consultaron al SEÑOR diciendo: — ¿Volveremos a la batalla contra los hijos de Benjamín, nuestros hermanos? Y el SEÑOR les respondió: — Suban contra ellos.
El segundo día, los hijos de Israel se acercaron a los hijos de Benjamín.
Aquel segundo día los de Benjamín salieron de Gabaa contra ellos y dejaron muertos en tierra a otros dieciocho mil de los hijos de Israel, todos los cuales sacaban espada.
Entonces subieron todos los hijos de Israel y todo el pueblo, y fueron a Betel. Lloraron, permanecieron allí delante del SEÑOR, ayunaron aquel día hasta el atardecer y ofrecieron holocaustos y sacrificios de paz delante del SEÑOR.
Los hijos de Israel consultaron al SEÑOR. (El arca del pacto de Dios estaba allí en aquellos días;
y Fineas hijo de Eleazar, hijo de Aarón, servía delante de ella en aquellos días). Ellos preguntaron: — ¿Volveremos a salir a la batalla contra los hijos de Benjamín, nuestros hermanos, o desistiremos? Y el SEÑOR respondió: — Suban, porque mañana yo los entregaré en su mano.
Entonces Israel puso gente emboscada alrededor de Gabaa.
Y el tercer día, cuando los hijos de Israel subieron contra los hijos de Benjamín, dispusieron la batalla frente a Gabaa, como las otras veces.