Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 3:1-18 verso por verso
Estas son las naciones que el SEÑOR dejó para probar por medio de ellas a Israel — a todos los que no habían conocido ninguna de las guerras de Canaán — ,
solo para que las generaciones de los hijos de Israel conocieran la guerra y la enseñaran a los que antes no la habían conocido:
los cinco jefes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios y los heveos que habitaban en la región montañosa del Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta Lebo-hamat.
Estos estaban para probar por medio de ellos a Israel, para saber si este obedecería los mandamientos que el SEÑOR había dado a sus padres por medio de Moisés.
Así es que los hijos de Israel habitaron entre los cananeos, los heteos, los amorreos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.
Además, tomaron a sus hijas por mujeres, dieron sus hijas a los hijos de ellos y sirvieron a sus dioses.
Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR. Olvidaron al SEÑOR su Dios y sirvieron a los Baales y a las Aseras.
Así que el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, y los abandonó en manos de Cusán-risataim, rey de Siria mesopotámica. Los hijos de Israel sirvieron a Cusán-risataim durante ocho años.
Pero cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, el SEÑOR levantó un libertador a los hijos de Israel, quien los libró. Este fue Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb.
El Espíritu del SEÑOR vino sobre él y juzgó a Israel. Salió a la guerra, y el SEÑOR entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Siria mesopotámica; y su mano prevaleció contra Cusán-risataim.
Así reposó la tierra durante cuarenta años. Y murió Otoniel hijo de Quenaz.
Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Y el SEÑOR fortaleció a Eglón, rey de Moab, contra Israel, porque habían hecho lo malo ante los ojos del SEÑOR.
El rey reunió consigo a los hijos de Amón y de Amalec, y fue y derrotó a Israel; y tomaron posesión de la Ciudad de las Palmeras.
Y los hijos de Israel sirvieron a Eglón, rey de Moab, durante dieciocho años.
Pero los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador: Ehud hijo de Gera, un hombre de Benjamín, que era zurdo. Los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón, rey de Moab.
Ehud se había hecho un puñal de doble filo y de unos treinta centímetros de largo, y se lo ciñó debajo de su ropa, sobre su muslo derecho.
Él entregó el presente a Eglón, rey de Moab. Eglón era un hombre muy obeso.
Aconteció que después de haber entregado el presente, Ehud despidió a la gente que lo había traído.