Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 4:1-9 verso por verso
Después de la muerte de Ehud, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Entonces el SEÑOR los abandonó en mano de Jabín, rey de Canaán, el cual reinaba en Hazor. El jefe de su ejército era Sísara, y habitaba en Haroset-goím.
Los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, porque aquel tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel durante veinte años.
En aquel tiempo gobernaba a Israel Débora, profetisa, esposa de Lapidot.
Ella solía sentarse debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín. Y los hijos de Israel acudían a ella para juicio.
Entonces ella mandó llamar a Barac hijo de Abinoam, de Quedes de Neftalí, y le dijo: — ¿No te ha mandado el SEÑOR Dios de Israel, diciendo: “Ve, toma contigo a diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón, reúnelos en el monte Tabor,
y yo atraeré hacia ti, al arroyo de Quisón, a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros y su multitud, y lo entregaré en tu mano”?
Barac le respondió: — Si tú vas conmigo, yo iré. Pero si no vas conmigo, no iré.
Ella le dijo: — ¡Ciertamente iré contigo! Solo que no será tuya la gloria, por la manera en que te comportas; porque en manos de una mujer entregará el SEÑOR a Sísara. Débora se levantó y fue con Barac a Quedes.