• Jueces 6:12

    Y se le apareció el ángel del SEÑOR, y le dijo: — ¡El SEÑOR está contigo, oh valiente guerrero!

  • Jueces 6:13

    Y Gedeón le respondió: — ¡Oh, señor mío! Si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo: “¿No nos sacó el SEÑOR de Egipto?”. Ahora el SEÑOR nos ha desamparado y nos ha entregado en mano de los madianitas.

  • Jueces 6:14

    El SEÑOR lo miró y le dijo: — Ve con esta tu fuerza y libra a Israel de mano de los madianitas. ¿No te envío yo?

  • Jueces 6:15

    Entonces le respondió: — ¡Oh, Señor mío!. ¿Con qué podré yo librar a Israel? He aquí que mi familia es la más insignificante de Manasés, y yo soy el más pequeño en la casa de mi padre.

  • Jueces 6:16

    Pero el SEÑOR le dijo: — Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

  • Jueces 6:17

    Y él le respondió: — Si he hallado gracia ante tus ojos, dame, por favor, una señal de que eres tú el que hablas conmigo.

  • Jueces 6:18

    Te ruego que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti y traiga mi presente y lo ponga delante de ti. Él respondió: — Yo me quedaré hasta que vuelvas.

  • Jueces 6:19

    Gedeón entró, y preparó un cabrito y panes sin levadura de veinte kilos de harina. Puso la carne en una canasta y puso el caldo en una olla; luego se los trajo y se los presentó debajo de la encina.

  • Jueces 6:20

    Y el ángel de Dios le dijo: — Toma la carne y los panes sin levadura; ponlos sobre esta peña y vierte el caldo. Él lo hizo así.

  • Jueces 6:21

    Entonces el ángel del SEÑOR extendió el cayado que tenía en la mano, y con la punta tocó la carne y los panes sin levadura, y subió fuego de la peña, que consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel del SEÑOR desapareció de su vista.

  • Jueces 6:22

    Dándose cuenta Gedeón de que era el ángel del SEÑOR, exclamó: — ¡Ay, SEÑOR Dios! ¡Pues he visto cara a cara al ángel del SEÑOR!

  • Jueces 6:23

    El SEÑOR le dijo: — La paz sea contigo. No temas; no morirás.

  • Jueces 6:24

    Entonces Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR, y lo llamó el SEÑOR-shalom. Este permanece hasta el día de hoy en Ofra de los abiezeritas.

  • Jueces 6:25

    Aconteció aquella misma noche que el SEÑOR le dijo: — Toma un toro del hato que pertenece a tu padre y un segundo toro de siete años. Luego derriba el altar de Baal que tiene tu padre, y corta el árbol ritual de Asera que está junto a él.

  • Jueces 6:26

    Edifica ordenadamente un altar al SEÑOR tu Dios en la cumbre de este peñasco. Luego toma el segundo toro y sacrifícalo en holocausto sobre la leña del árbol ritual de Asera que habrás cortado.

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