Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 6:7-16 verso por verso
Y sucedió que cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR a causa de los madianitas,
el SEÑOR envió a los hijos de Israel un profeta, que les dijo: — Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: “Yo los hice subir de Egipto y los saqué de la casa de esclavitud.
Los libré de mano de los egipcios y de mano de todos los que los oprimían, a los cuales eché de delante de ustedes y les di su tierra.
Y les dije: ‘Yo soy el SEÑOR su Dios; no veneren a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitan’. Pero no han obedecido mi voz”.
Entonces el ángel del SEÑOR fue y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, que pertenecía a Joás el abiezerita. Su hijo Gedeón estaba desgranando el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.
Y se le apareció el ángel del SEÑOR, y le dijo: — ¡El SEÑOR está contigo, oh valiente guerrero!
Y Gedeón le respondió: — ¡Oh, señor mío! Si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo: “¿No nos sacó el SEÑOR de Egipto?”. Ahora el SEÑOR nos ha desamparado y nos ha entregado en mano de los madianitas.
El SEÑOR lo miró y le dijo: — Ve con esta tu fuerza y libra a Israel de mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Entonces le respondió: — ¡Oh, Señor mío!. ¿Con qué podré yo librar a Israel? He aquí que mi familia es la más insignificante de Manasés, y yo soy el más pequeño en la casa de mi padre.
Pero el SEÑOR le dijo: — Ciertamente yo estaré contigo, y tú derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.