Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 8:12-21 verso por verso
Zébaj y Zalmuna huyeron, pero él los persiguió. Luego capturó a Zébaj y a Zalmuna, los dos reyes de Madián, y causó pánico en todo el campamento.
Entonces Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla por la cuesta de Heres.
Y capturó a un joven de los hombres de Sucot y lo interrogó. Él le dio por escrito los nombres de los jefes de Sucot y de sus ancianos: setenta y siete hombres.
Luego fue a los hombres de Sucot y dijo: — Aquí están Zébaj y Zalmuna, acerca de los cuales me afrentaron diciendo: “¿Están ya las manos de Zébaj y de Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tus hombres cansados?”.
Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y azotó con espinas y cardos del desierto a los hombres de Sucot.
Asimismo, derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.
Luego preguntó a Zébaj y a Zalmuna: — ¿Qué aspecto tenían aquellos hombres que mataron en Tabor? Ellos respondieron: — Como tú, así eran ellos; cada uno parecía ser hijo de rey.
Él dijo: — ¡Eran mis hermanos, hijos de mi madre! ¡Vive el SEÑOR, que si les hubieran perdonado la vida yo no los mataría!
Entonces dijo a Jeter, su primogénito: — ¡Levántate y mátalos! Pero el joven no desenvainó su espada, porque tenía temor, pues todavía era un muchacho.
Entonces Zébaj y Zalmuna dijeron: — Levántate tú y mátanos; porque como es el hombre así es su valentía. Entonces se levantó Gedeón y mató a Zébaj y a Zalmuna, y tomó las lunetas que sus camellos traían al cuello.