Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 8:22-27 verso por verso
Los israelitas dijeron a Gedeón: — Gobiérnanos tanto tú como tu hijo y tu nieto, pues nos has librado de mano de Madián.
Pero Gedeón les respondió: — Yo no los gobernaré a ustedes ni tampoco los gobernará mi hijo. El SEÑOR los gobernará.
— Y Gedeón añadió — : Quiero hacerles una petición: que cada uno me dé un arete de oro de su botín. Los madianitas llevaban aretes de oro, porque eran ismaelitas.
Y ellos respondieron: — De buena gana te los daremos. Tendieron un manto, y cada uno echó allí un arete de su botín.
El peso de los aretes de oro que él pidió fue de diecinueve kilos de oro, sin contar las lunetas, los pendientes y las vestiduras de púrpura que llevaban los reyes de Madián, ni los collares que sus camellos traían al cuello.
Con ellos Gedeón hizo un efod, que expuso en Ofra, su ciudad. Y todo Israel se prostituyó tras ese efod en aquel lugar, y sirvió de tropiezo a Gedeón y a su familia.