Explicación, estudio y comentario bíblico de Jueces 8:4-10 verso por verso
Gedeón llegó para cruzar el Jordán, él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, pero todavía persiguiendo.
Y dijo a los hombres de Sucot: — Den, por favor, tortas de pan a la gente que me acompaña, porque ellos están cansados. Yo estoy persiguiendo a Zébaj y a Zalmuna, reyes de Madián.
Los jefes de Sucot le respondieron: — ¿Están ya las manos de Zébaj y de Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército?
Y Gedeón les dijo: — Pues bien, cuando el SEÑOR haya entregado en mi mano a Zébaj y a Zalmuna, azotaré su carne con espinas y cardos del desierto.
De allí subió a Peniel y les dijo las mismas palabras. Pero los de Peniel le respondieron como le habían respondido los de Sucot.
Y él habló también a los de Peniel, diciendo: — Cuando yo regrese en paz, derribaré esta torre.
Zébaj y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército de unos quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campamento de los hijos del oriente, porque los caídos habían sido ciento veinte mil hombres que sacaban espada.