-
“Por estas cosas lloro; mis ojos, mis ojos se desbordan en lágrimas; porque se ha alejado de mí el consolador que restaura mi alma. Mis hijos están desolados porque ha prevalecido el enemigo”.
-
Extiende Sion las manos y no hay quien la consuele. El SEÑOR ha dado mandamiento contra Jacob, que sus adversarios lo rodeen. Entre ellos Jerusalén ha sido hecha inmunda.
Continúa después de la publicidad