-
Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su indignación.
-
Él me ha guiado y conducido en tinieblas y no en luz.
-
Ciertamente todo el día ha vuelto y revuelto su mano contra mí.
-
Ha consumido mi carne y mi piel; ha quebrantado mis huesos.
-
Edificó contra mí; me rodeó de amargura y de duro trabajo.
-
En tinieblas me hizo habitar, como los muertos de antaño.
-
Me bloquea por todos lados, de modo que no puedo salir; ha hecho pesadas mis cadenas.
-
Aun cuando grito y pido auxilio cierra sus oídos a mi oración.
-
Ha bloqueado mis caminos con piedras labradas; ha torcido mis senderos.
-
Como un oso que acecha fue para mí, como un león en escondrijos.
-
Mis caminos torció, me rompió en pedazos y me dejó desolado.
-
Entesó su arco y me puso como blanco de la flecha.
-
Hizo penetrar en mis entrañas las flechas de su aljaba.
-
Fui objeto de burla para todo mi pueblo; todo el día he sido su canción.
-
Me llenó de amarguras y me empapó con ajenjo.
-
Quebró mis dientes con cascajo; me pisoteó en la ceniza.
-
Ha sido privada mi alma de la paz; me he olvidado de la felicidad.
-
Pensé: “Ha perecido mi fortaleza y mi esperanza en el SEÑOR”.
-
Acuérdate de mi aflicción y de mi desamparo, del ajenjo y de la amargura.