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“Abren contra nosotros su boca todos nuestros enemigos.
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Horror y hoyo han sido nuestra suerte, desolación y ruina.
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Corrientes de agua han vertido mis ojos por la ruina de la hija de mi pueblo.
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“Mis ojos vierten lágrimas y no cesan porque no hay tregua,
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hasta que el SEÑOR observe y vea desde los cielos.
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Mis ojos causan dolor a mi alma, debido a todas las hijas de mi ciudad.
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