Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 10:8-15 verso por verso
Entonces el SEÑOR habló a Aarón diciendo:
— Ni tú ni tus hijos contigo beberán vino ni licor, cuando tengan que entrar en el tabernáculo de reunión, para que no mueran. Esto será un estatuto perpetuo a través de sus generaciones,
para hacer diferencia entre lo santo y lo profano, entre lo impuro y lo puro,
y para enseñar a los hijos de Israel todas las leyes que el SEÑOR les ha dicho por medio de Moisés.
Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar, que habían quedado: — Tomen la ofrenda vegetal que queda de las ofrendas quemadas al SEÑOR, y cómanla sin levadura junto al altar; porque es cosa muy sagrada.
Han de comerla en un lugar santo, pues esto les corresponde para siempre a ti y a tus hijos, de las ofrendas quemadas al SEÑOR, porque así me ha sido mandado.
Comerán también en un lugar limpio, tú y tus hijos y tus hijas contigo, el pecho de la ofrenda mecida y el muslo derecho de la ofrenda alzada, porque estos les corresponden a ti y a tus hijos, de los sacrificios de paz de los hijos de Israel.
Con las ofrendas de los sebos que se han de quemar, traerán el muslo que será alzado y el pecho que será mecido, como ofrenda mecida delante del SEÑOR. Estos les corresponderán para siempre a ti y a tus hijos contigo, como el SEÑOR ha mandado.