Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 13:1-45 verso por verso
El SEÑOR habló a Moisés y a Aarón diciendo:
“Cuando alguien tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, costra o mancha clara y se convierta en la piel de su cuerpo en llaga de lepra, será traído al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos sacerdotes.
El sacerdote examinará la parte afectada en la piel del cuerpo. Si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco y la llaga parece más hundida que la piel de su cuerpo, es llaga de lepra. Cuando el sacerdote lo haya examinado, lo declarará impuro.
“Si en la piel de su cuerpo hay una mancha clara blanquecina, pero no parece más hundida que la piel ni su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote aislará al enfermo durante siete días.
Al séptimo día el sacerdote lo examinará. Si según su parecer la llaga se ha mantenido igual y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo volverá a aislar durante otros siete días.
Al séptimo día lo examinará de nuevo. Y he aquí que si la llaga aparece descolorida y no se ha extendido, el sacerdote lo declarará puro; solo era una erupción. El enfermo lavará su ropa y quedará puro.
“Pero si la erupción se ha extendido notablemente por la piel, después que él se haya mostrado al sacerdote para su purificación, se presentará otra vez ante el sacerdote.
El sacerdote lo examinará, y he aquí que si la erupción se ha extendido en la piel, él lo declarará impuro; es lepra.
“Cuando alguien tenga llaga de lepra, será traído al sacerdote.
Él lo examinará; y he aquí que si aparece una hinchazón blanca en la piel que ha hecho que el pelo se vuelva blanco y ha hecho aparecer la carne viva,
es lepra crónica en la piel de su cuerpo. El sacerdote lo declarará impuro; no lo aislará, porque ya es impuro.
“Pero si la lepra brota intensamente en la piel y cubre toda la piel del cuerpo del enfermo, desde su cabeza hasta sus pies, hasta donde los ojos del sacerdote puedan ver,
el sacerdote lo examinará. Y he aquí que si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, declarará puro al enfermo; pues si toda ella se ha vuelto blanca, él es puro.
Pero si aparece en él la carne viva, será impuro.
El sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro. La carne viva es inmunda; es lepra.
“Cuando la carne viva cambie y se vuelva blanca, vendrá al sacerdote.
Este lo examinará, y he aquí que si la llaga se ha vuelto blanca, el sacerdote declarará purificado al que tuvo la llaga; y será puro.
“Cuando en la piel de su cuerpo haya habido una úlcera y esta se haya sanado,
si aparece en el lugar de la úlcera una hinchazón blanca o una mancha blanca rojiza, será mostrada al sacerdote.
Este la examinará; y he aquí que si parece estar más profunda que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Es llaga de lepra que brotó en la úlcera.
“Si el sacerdote la examina, y he aquí que no hay en ella pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que está descolorida, el sacerdote lo aislará durante siete días.
Si se ha extendido por la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es lepra.
Pero si la mancha blanca se ha detenido en su lugar y no se ha extendido, es la cicatriz de la úlcera. El sacerdote lo declarará puro.
“Asimismo, cuando la piel del cuerpo tiene quemadura de fuego y en la carne viva de la quemadura aparece una mancha clara, rojiza o blanca,
el sacerdote la examinará. Y he aquí que si el pelo en la mancha se ha vuelto blanco y esta parece estar más hundida que la piel, es lepra que se originó en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro; es llaga de lepra.
“Pero si el sacerdote la examina, y he aquí que no aparece en la mancha el pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que aparece descolorida, el sacerdote lo aislará durante siete días.
Al séptimo día el sacerdote lo examinará. Y si se ha extendido por la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es llaga de lepra.
Pero si la mancha blanca se ha detenido en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que aparece descolorida, es hinchazón de la quemadura. El sacerdote lo declarará puro, porque es solo la cicatriz de la quemadura.
“Cuando a un hombre o a una mujer le salga una llaga en la cabeza o en la barba,
el sacerdote examinará la llaga. Y he aquí que si parece estar más hundida que la piel y el pelo en ella es amarillento y delgado, entonces el sacerdote lo declarará impuro. Es tiña o lepra de la cabeza o de la barba.
Pero si el sacerdote examina la llaga de tiña, y he aquí que no parece estar más hundida que la piel ni hay en ella pelo amarillento, el sacerdote aislará al enfermo de tiña durante siete días.
Al séptimo día el sacerdote examinará la llaga. Y he aquí que si la tiña no parece haberse extendido ni hay en ella pelo amarillento, ni tampoco parece la llaga más hundida que la piel,
entonces se afeitará, excepto en el lugar de la tiña. Luego el sacerdote lo aislará durante otros siete días.
Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña. Y he aquí que si la tiña no se ha extendido en la piel ni parece estar más hundida que esta, el sacerdote lo declarará puro. Él lavará su ropa y quedará puro.
“Pero si la tiña se ha extendido en la piel después de su purificación,
el sacerdote lo examinará. Y he aquí que si la tiña se ha extendido en la piel, no busque el sacerdote el pelo amarillento. Es impuro.
Pero si le parece que la tiña está detenida y que ha crecido en ella pelo negro, la tiña está sanada. Él es puro, y el sacerdote lo declarará puro.
“Asimismo, cuando un hombre o una mujer tenga en la piel de su cuerpo manchas, manchas blancas,
el sacerdote las examinará. Y he aquí que si las manchas en la piel de su cuerpo son blancas, algo descoloridas, es eczema que brotó en la piel. Dicha persona es pura.
“Cuando a un hombre se le cae el cabello, es calvo pero puro.
Si pierde el cabello en la parte delantera de la cabeza, es calvo por delante, pero puro.
No obstante, si en la calva trasera o delantera aparece una llaga blanca rojiza, es lepra que brota en su calva trasera o delantera.
El sacerdote lo examinará; y he aquí que si la hinchazón de la llaga blanca rojiza en la calva trasera o delantera es semejante a la lepra en la piel del cuerpo,
es leproso; es impuro. El sacerdote lo declarará impuro; en su cabeza tiene la llaga.
“En cuanto al leproso que tiene la llaga, sus vestidos serán rasgados, y su cabeza será despeinada. Se cubrirá hasta la nariz y pregonará: ‘¡Impuro! ¡Impuro!’.