Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 13:18-28 verso por verso
“Cuando en la piel de su cuerpo haya habido una úlcera y esta se haya sanado,
si aparece en el lugar de la úlcera una hinchazón blanca o una mancha blanca rojiza, será mostrada al sacerdote.
Este la examinará; y he aquí que si parece estar más profunda que la piel y su pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote lo declarará impuro. Es llaga de lepra que brotó en la úlcera.
“Si el sacerdote la examina, y he aquí que no hay en ella pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que está descolorida, el sacerdote lo aislará durante siete días.
Si se ha extendido por la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es lepra.
Pero si la mancha blanca se ha detenido en su lugar y no se ha extendido, es la cicatriz de la úlcera. El sacerdote lo declarará puro.
“Asimismo, cuando la piel del cuerpo tiene quemadura de fuego y en la carne viva de la quemadura aparece una mancha clara, rojiza o blanca,
el sacerdote la examinará. Y he aquí que si el pelo en la mancha se ha vuelto blanco y esta parece estar más hundida que la piel, es lepra que se originó en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro; es llaga de lepra.
“Pero si el sacerdote la examina, y he aquí que no aparece en la mancha el pelo blanco ni está más hundida que la piel, sino que aparece descolorida, el sacerdote lo aislará durante siete días.
Al séptimo día el sacerdote lo examinará. Y si se ha extendido por la piel, el sacerdote lo declarará impuro; es llaga de lepra.
Pero si la mancha blanca se ha detenido en su lugar y no se ha extendido en la piel, sino que aparece descolorida, es hinchazón de la quemadura. El sacerdote lo declarará puro, porque es solo la cicatriz de la quemadura.