Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 14:13-28 verso por verso
Después degollará el cordero en el lugar del santuario donde se degüellan las víctimas por el pecado y el holocausto. Como la ofrenda por el pecado, así también la ofrenda por la culpa es para el sacerdote. Es cosa muy sagrada.
“Después el sacerdote tomará parte de la sangre de la víctima por la culpa, y el sacerdote la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.
De la misma manera el sacerdote tomará el tercio de litro de aceite y echará parte de él en la palma de su mano izquierda.
Luego el sacerdote mojará un dedo de su mano derecha en el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda, y rociará el aceite con su dedo siete veces delante del SEÑOR.
De lo que quede del aceite en su mano, el sacerdote pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, junto al lugar donde está la sangre del sacrificio por la culpa.
Lo que quede del aceite que está en la mano del sacerdote, este lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica. Así el sacerdote hará expiación por él delante del SEÑOR.
“Luego el sacerdote ofrecerá el sacrificio por el pecado y hará expiación por el que se purifica de su impureza. Después degollará el holocausto.
Y el sacerdote ofrecerá el holocausto y la ofrenda vegetal sobre el altar. Así el sacerdote hará expiación por él, y quedará purificado.
“Pero si él es pobre y no tiene lo suficiente para estos sacrificios, tomará un cordero como sacrificio por la culpa, como ofrenda mecida por su expiación; dos kilos de harina fina amasada con aceite, para la ofrenda vegetal, un tercio de litro de aceite
y dos tórtolas o dos pichones de paloma, según lo que pueda. Uno será para el sacrificio por el pecado y el otro para el holocausto.
El octavo día traerá estas cosas al sacerdote para su purificación, a la entrada del tabernáculo de reunión, delante del SEÑOR.
“El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa y el tercio de litro de aceite, y los mecerá como ofrenda mecida delante del SEÑOR.
Después el sacerdote degollará el cordero del sacrificio por la culpa, tomará parte de la sangre de la víctima por la culpa y la pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho.
“Después el sacerdote echará parte del aceite sobre la palma de su mano izquierda,
y con un dedo de su mano derecha el sacerdote rociará del aceite que tiene en la palma de su mano izquierda siete veces delante del SEÑOR.
También del aceite que el sacerdote tiene en su mano, pondrá parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha y sobre el pulgar de su pie derecho, junto al lugar donde está la sangre del sacrificio por la culpa.