Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 21:1-9 verso por verso
El SEÑOR dijo a Moisés: “Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y diles que no se contaminen a causa de algún difunto de su pueblo,
salvo que sea un pariente cercano como su madre, su padre, su hijo, su hija, su hermano,
o su hermana virgen que esté cerca de él y que no haya tenido marido. Por ella él puede contaminarse.
No se contaminará profanándose, pues es dirigente en medio de su pueblo.
No raparán su cabeza ni cortarán la punta de su barba ni harán incisiones en su cuerpo.
Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; porque ellos presentarán las ofrendas quemadas, el pan de su Dios; por tanto, serán santos.
“El sacerdote no tomará mujer prostituta o privada de su virginidad. Tampoco tomará mujer divorciada de su marido, porque él está consagrado a su Dios.
Por tanto, lo tendrás por santo, pues él ofrece el pan de tu Dios. Será santo para ti, porque santo soy yo, el SEÑOR, que los santifico.
“Si la hija de un sacerdote se profana prostituyéndose, a su padre profana. Será quemada al fuego.