Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 21:16-24 verso por verso
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Habla a Aarón y dile: ‘A través de sus generaciones, ningún descendiente tuyo que tenga algún defecto se acercará para ofrecer el pan de su Dios.
Ciertamente ningún hombre que tenga algún defecto se acercará, sea ciego, cojo, mutilado, desproporcionado,
quien tenga fractura en el pie o en la mano,
jorobado, enano, quien tenga nube en el ojo, quien tenga sarna o tiña, o tenga testículo dañado.
Ningún hombre de la descendencia del sacerdote Aarón que tenga algún defecto podrá presentar las ofrendas quemadas al SEÑOR. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios.
Podrá comer del pan de su Dios, de las cosas muy sagradas y de las cosas sagradas;
pero no entrará detrás del velo ni se acercará al altar, porque tiene defecto. Así no profanará mi santuario, porque yo soy el SEÑOR, el que los santifico”.
Y Moisés se lo dijo a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.