Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 26:16-31 verso por verso
entonces yo también haré con ustedes esto: Decretaré contra ustedes terror, tisis y fiebre que consuman los ojos y dejen exhausta el alma. Sembrarán en vano su semilla, porque sus enemigos se la comerán.
“Yo pondré mi rostro contra ustedes, y serán derrotados ante sus enemigos. Los que los aborrecen se enseñorearán de ustedes, y huirán sin que nadie los persiga.
Si aun con estas cosas no me obedecen, volveré a castigarlos siete veces más por sus pecados.
“Quebrantaré la soberbia de su poderío y haré que su cielo sea como hierro y que su tierra sea como bronce.
Su fuerza se agotará en vano; pues su tierra no dará su producto ni el árbol de la tierra dará su fruto.
Y si continúan siéndome hostiles y no me quieren obedecer, yo aumentaré la plaga sobre ustedes siete veces más, según sus pecados.
“Enviaré contra ustedes animales del campo que los privarán de sus hijos, destruirán su ganado, y los reducirán en número, de tal manera que sus caminos queden desiertos.
Si con estas cosas no se corrigen ante mí, sino que continúan siéndome hostiles,
yo mismo procederé también contra ustedes con hostilidad y los azotaré siete veces más por sus pecados.
“Traeré sobre ustedes la espada vengadora, en vindicación del pacto. Y si se refugian en sus ciudades, yo enviaré la peste entre ustedes, y serán entregados en mano del enemigo.
Cuando yo les corte el sustento de pan, diez mujeres cocerán su pan en un solo horno, y les darán el pan tan racionado que comerán pero no se saciarán.
Si a pesar de esto no me obedecen, sino que continúan siéndome hostiles,
procederé contra ustedes con ira hostil y los castigaré siete veces más por sus pecados.
“Comerán la carne de sus hijos; también la carne de sus hijas comerán.
Destruiré sus lugares altos, derribaré sus altares donde ofrecen incienso, amontonaré sus cuerpos inertes sobre los cuerpos inertes de sus ídolos, y mi alma los abominará.
Convertiré sus ciudades en ruinas, dejaré asolados sus santuarios y no aceptaré el grato olor de su incienso.