Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 26:27-39 verso por verso
Si a pesar de esto no me obedecen, sino que continúan siéndome hostiles,
procederé contra ustedes con ira hostil y los castigaré siete veces más por sus pecados.
“Comerán la carne de sus hijos; también la carne de sus hijas comerán.
Destruiré sus lugares altos, derribaré sus altares donde ofrecen incienso, amontonaré sus cuerpos inertes sobre los cuerpos inertes de sus ídolos, y mi alma los abominará.
Convertiré sus ciudades en ruinas, dejaré asolados sus santuarios y no aceptaré el grato olor de su incienso.
También asolaré la tierra, de manera que se asombrarán de ella sus enemigos que la habiten.
“A ustedes los esparciré entre las naciones. Desenvainaré la espada en pos de ustedes, y la tierra de ustedes será asolada y sus ciudades convertidas en ruinas.
Entonces la tierra disfrutará de su reposo durante todos los días de su desolación, mientras ustedes estén en la tierra de sus enemigos. ¡Entonces la tierra descansará y disfrutará de su reposo!
Todo el tiempo que esté asolada disfrutará del reposo que no disfrutó mientras ustedes disfrutaban de su reposo cuando habitaban en ella.
“En los corazones de los que queden de ustedes, infundiré tal cobardía en la tierra de sus enemigos que el ruido de una hoja sacudida los ahuyentará. Y huirán como quien huye de la espada y caerán sin que nadie los persiga.
Tropezarán los unos con los otros, como si huyeran de la espada, aunque nadie los persiga. No podrán resistir ante sus enemigos.
Perecerán entre las naciones, y la tierra de sus enemigos los consumirá.
Los que queden de ustedes se pudrirán a causa de su iniquidad, en la tierra de sus enemigos. También a causa de la iniquidad de sus padres, se pudrirán juntamente con ellos.