Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 26:32-45 verso por verso
También asolaré la tierra, de manera que se asombrarán de ella sus enemigos que la habiten.
“A ustedes los esparciré entre las naciones. Desenvainaré la espada en pos de ustedes, y la tierra de ustedes será asolada y sus ciudades convertidas en ruinas.
Entonces la tierra disfrutará de su reposo durante todos los días de su desolación, mientras ustedes estén en la tierra de sus enemigos. ¡Entonces la tierra descansará y disfrutará de su reposo!
Todo el tiempo que esté asolada disfrutará del reposo que no disfrutó mientras ustedes disfrutaban de su reposo cuando habitaban en ella.
“En los corazones de los que queden de ustedes, infundiré tal cobardía en la tierra de sus enemigos que el ruido de una hoja sacudida los ahuyentará. Y huirán como quien huye de la espada y caerán sin que nadie los persiga.
Tropezarán los unos con los otros, como si huyeran de la espada, aunque nadie los persiga. No podrán resistir ante sus enemigos.
Perecerán entre las naciones, y la tierra de sus enemigos los consumirá.
Los que queden de ustedes se pudrirán a causa de su iniquidad, en la tierra de sus enemigos. También a causa de la iniquidad de sus padres, se pudrirán juntamente con ellos.
“Si ellos confiesan su iniquidad y la iniquidad de sus padres, por la infidelidad que cometieron contra mí, y también por la hostilidad con que me han resistido
(pues yo también habré actuado con hostilidad contra ellos y los habré metido en la tierra de sus enemigos); si entonces se doblega su corazón incircunciso y reciben el castigo de su iniquidad,
yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y me acordaré de mi pacto con Isaac y de mi pacto con Abraham; y me acordaré de la tierra.
Pero la tierra quedará abandonada por ellos y disfrutará su reposo estando desolada en ausencia de ellos. Mientras tanto, ellos recibirán el castigo de su iniquidad, porque menospreciaron mis decretos y porque su alma detestó mis estatutos.
“Aun con todo esto, estando ellos en la tierra de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los detestaré hasta consumirlos, invalidando mi pacto con ellos; porque yo, el SEÑOR, soy su Dios.
Pero a favor de ellos me acordaré del pacto con sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo, el SEÑOR”.