Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 27:32-34 verso por verso
Todo diezmo del ganado vacuno o del rebaño, de todo lo que pase bajo el cayado, el décimo será consagrado al SEÑOR.
No lo examinará si es bueno o malo ni lo sustituirá. Si lo sustituye, el animal y su sustituto serán sagrados; no podrán ser rescatados”.
Estos son los mandamientos que el SEÑOR ordenó a Moisés para los hijos de Israel, en el monte Sinaí.