Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 4:13-26 verso por verso
“Si toda la asamblea de Israel peca por inadvertencia, siendo el asunto ignorado por la congregación, y transgrede alguno de los mandamientos del SEÑOR respecto a cosas que no se deben hacer, son culpables.
Luego que tengan conocimiento del pecado que cometieron, la congregación ofrecerá un novillo como sacrificio por el pecado y lo traerán delante del tabernáculo de reunión.
Los ancianos de la congregación pondrán sus manos sobre la cabeza del novillo delante del SEÑOR, y degollarán el novillo delante del SEÑOR.
El sacerdote ungido llevará al tabernáculo de reunión parte de la sangre del novillo;
y mojando su dedo en la sangre, el sacerdote rociará siete veces delante del SEÑOR, hacia el velo.
También pondrá parte de la sangre sobre los cuernos del altar que está delante del SEÑOR en el tabernáculo de reunión. Derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la entrada del tabernáculo de reunión.
Después le quitará todo el sebo y lo hará arder sobre el altar.
Hará con este novillo como hizo con el novillo del sacrificio por el pecado; lo mismo hará con él. Así el sacerdote hará expiación por ellos, y serán perdonados.
Después sacará el novillo fuera del campamento y lo quemará, como quemó el primer novillo. Este es el sacrificio por el pecado de la congregación.
“Si un dirigente peca y transgrede por inadvertencia alguno de los mandamientos del SEÑOR su Dios respecto a cosas que no se deben hacer, es culpable.
Luego que se le haga conocer el pecado que cometió, presentará como su ofrenda un macho cabrío sin defecto.
Pondrá su mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, delante del SEÑOR. Este es el sacrificio por el pecado.
El sacerdote tomará con su dedo parte de la sangre de la víctima por el pecado, la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto.
Quemará todo el sebo sobre el altar, como se hace con el sebo del sacrificio de paz. Así el sacerdote hará expiación por él, por su pecado, y será perdonado.