Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 6:14-30 verso por verso
“Estas son las instrucciones para la ofrenda vegetal: Los hijos de Aarón han de ofrecerla frente al altar, delante del SEÑOR.
El sacerdote tomará un puñado de la harina fina de la ofrenda, y parte del aceite con todo el incienso que está sobre la ofrenda; y los hará arder sobre el altar como grato olor, como una porción en memoria del SEÑOR.
Lo que sobre de ella lo comerán Aarón y sus hijos. Sin levadura será comida en un lugar santo; en el atrio del tabernáculo de reunión lo comerán.
No será cocida con levadura. Yo la he dado como porción para ellos de mis ofrendas quemadas. Es cosa muy sagrada, como el sacrificio por el pecado y el sacrificio por la culpa.
Todos los varones de los hijos de Aarón podrán comer de ella. Esta es una provisión perpetua a través de sus generaciones, respecto a las ofrendas quemadas al SEÑOR. Todo lo que las toque será santificado”.
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Esta es la ofrenda que Aarón y sus hijos presentarán al SEÑOR el día en que sean ungidos: dos kilos de harina fina como ofrenda vegetal perpetua, la mitad al amanecer y la mitad al anochecer.
Será preparada con aceite en la sartén, y la traerás mezclada. Partirás la ofrenda en pedazos y la ofrecerás como grato olor al SEÑOR.
La ofrecerá el sacerdote que de entre sus hijos sea ungido en su lugar. Esto es un estatuto perpetuo del SEÑOR. Será quemada por completo.
Toda la ofrenda vegetal del sacerdote será quemada por completo; no se comerá”.
El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
“Habla a Aarón y a sus hijos y diles que estas son las instrucciones para el sacrificio por el pecado: En el lugar donde se degüella el holocausto será degollada la víctima por el pecado, delante del SEÑOR. Es cosa muy sagrada.
El sacerdote que la ofrezca como sacrificio por el pecado la comerá. Será comida en un lugar santo, en el atrio del tabernáculo de reunión.
Todo lo que toque su carne será santificado. Si su sangre salpica en el vestido, lavarás en un lugar santo aquello sobre lo cual haya salpicado.
“El utensilio de barro en que sea cocida será roto. Si es cocida en utensilio de metal, este será frotado y lavado con agua.
Todo varón de entre los sacerdotes la podrá comer. Es cosa muy sagrada.
Pero no se comerá de ninguna víctima por el pecado, cuya sangre se haya introducido en el tabernáculo de reunión para hacer expiación en el santuario; será quemada al fuego.