Explicación, estudio y comentario bíblico de Levítico 9:1-7 verso por verso
En el octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel.
Y dijo a Aarón: “Toma para el sacrificio por el pecado un becerro del ganado, y para el holocausto, un carnero sin defecto; y ofrécelos delante del SEÑOR.
Después hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ‘Tomen un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, y un becerro y un cordero, sin defecto, los dos de un año, para el holocausto.
Asimismo, tomen un toro y un carnero para el sacrificio de paz, que sacrificarás delante del SEÑOR, y una ofrenda vegetal mezclada con aceite; porque el SEÑOR se aparecerá hoy a ustedes’ ”.
Llevaron al frente del tabernáculo de reunión lo que Moisés mandó, y toda la asamblea se acercó y estuvo de pie delante del SEÑOR.
Entonces Moisés dijo: “Esto es lo que ha mandado el SEÑOR. Háganlo, y la gloria del SEÑOR se les aparecerá”.
Moisés dijo a Aarón: “Acércate al altar y ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto, y haz expiación por ti y por el pueblo. Presenta también la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, como ha mandado el SEÑOR”.