Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 10:34-35 verso por verso
Acercándose a él, vendó sus heridas echándoles aceite y vino. Y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él.
Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.