• Lucas 10:4

    No lleven bolsa ni alforjas ni calzado; ni saluden a nadie por el camino.

  • Lucas 10:5

    “En cualquier casa donde entren, primeramente digan: ‘Paz sea a esta casa’.

  • Lucas 10:6

    Si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, volverá a ustedes.

  • Lucas 10:7

    Posen en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que les den porque el obrero es digno de su salario. No anden de casa en casa.

  • Lucas 10:8

    En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les pongan delante.

  • Lucas 10:9

    Sanen a los enfermos que haya allí y díganles: ‘El reino de Dios se ha acercado a ustedes’.

  • Lucas 10:10

    “Pero en cualquier ciudad donde entren y no los reciban, salgan a sus calles y digan:

  • Lucas 10:11

    ‘Aun el polvo de su ciudad que se ha pegado a nuestros pies lo sacudimos contra ustedes. Pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado’.

  • Lucas 10:12

    Les digo que en aquel día será más tolerable para Sodoma que para aquella ciudad.

  • Lucas 10:13

    “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que han sido realizados en ustedes, desde hace tiempo se habrían arrepentido sentados en saco y ceniza.

  • Lucas 10:14

    Por lo tanto, en el juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes.

  • Lucas 10:15

    Y tú, Capernaúm, ¿serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás hundida!

  • Lucas 10:16

    El que los escucha me escucha a mí; el que los rechaza me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza al que me envió”.

  • Lucas 10:17

    Los setenta volvieron con gozo, diciendo: — Señor, ¡aun los demonios se nos sujetan en tu nombre!

  • Lucas 10:18

    Él les dijo: — Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.

  • Lucas 10:19

    He aquí, les doy autoridad de pisar serpientes, escorpiones y sobre todo el poder del enemigo; y nada les dañará.

  • Lucas 10:20

    Sin embargo, no se regocijen de esto, de que los espíritus se les sujeten, sino regocíjense de que sus nombres están inscritos en los cielos.

  • Lucas 10:21

    En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu Santo y dijo: “Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.

  • Lucas 10:22

    “Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre. Nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”.

  • Lucas 10:23

    Volviéndose a los discípulos les dijo aparte: — Bienaventurados los ojos que ven lo que ustedes ven.

  • Lucas 10:24

    Porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; y oír lo que oyen, y no lo oyeron.

  • Lucas 10:25

    Y he aquí, cierto maestro de la ley se levantó para probarle, diciendo: — Maestro, ¿haciendo qué cosa poseeré la vida eterna?

  • Lucas 10:26

    Y él le dijo: — ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

  • Lucas 10:27

    Él le respondió diciendo: — Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

  • Lucas 10:28

    Le dijo: — Has respondido bien. Haz esto y vivirás.

  • Lucas 10:29

    Pero él, queriendo justificarse, le preguntó a Jesús: — ¿Y quién es mi prójimo?

  • Lucas 10:30

    Respondiendo Jesús, le dijo: — Cierto hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones quienes lo despojaron de su ropa, lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto.

  • Lucas 10:31

    Por casualidad, descendía cierto sacerdote por aquel camino y, al verle, pasó de largo.

  • Lucas 10:32

    De igual manera, un levita también llegó al lugar y, al ir y verle, pasó de largo.

  • Lucas 10:33

    Pero cierto samaritano, que iba de viaje, llegó cerca de él y, al verle, fue movido a misericordia.

  • Lucas 10:34

    Acercándose a él, vendó sus heridas echándoles aceite y vino. Y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él.

  • Lucas 10:35

    Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al mesonero diciéndole: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.

  • Lucas 10:36

    ¿Cuál de estos tres te parece haber sido el prójimo de aquel que cayó en manos de ladrones?

  • Lucas 10:37

    Él dijo: — El que hizo misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: — Ve y haz tú lo mismo.

  • Lucas 10:38

    Prosiguiendo ellos su camino, él entró en una aldea; y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.

  • Lucas 10:39

    Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual se sentó a los pies del Señor y escuchaba su palabra.

  • Lucas 10:40

    Pero Marta estaba preocupada con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: — Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado servir sola? Dile, pues, que me ayude.

  • Lucas 10:41

    Pero respondiendo el Señor, le dijo: — Marta, Marta, te afanas y te preocupas por muchas cosas.

  • Lucas 10:42

    Pero una sola cosa es necesaria. Pues María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

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