Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 12:24-36 verso por verso
Consideren los cuervos, que ni siembran ni siegan ni tienen almacenes ni graneros, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
¿Quién de ustedes podrá, con afanarse, añadir un día a su vida?
Pues si no pueden lo que es menos, ¿por qué están afanados por lo demás?
Consideren los lirios, cómo crecen. No trabajan ni hilan; y les digo que ni aun Salomón, con toda su gloria, fue vestido como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba que hoy está en el campo y mañana es echada en el horno, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe!
»Ustedes, pues, no busquen qué han de comer o qué han de beber, ni estén ansiosos.
Porque todas estas cosas busca la gente del mundo pero su Padre sabe que necesitan estas cosas.
Más bien, busquen su reino, y estas cosas les serán añadidas.
No teman, manada pequeña, porque a su Padre le ha placido darles el reino.
»Vendan sus bienes y den ofrendas de misericordia. Háganse bolsas que no se envejecen; un tesoro inagotable en los cielos donde no se acerca el ladrón ni la polilla destruye.
Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
»Estén ceñidos sus lomos y encendidas sus lámparas.
Y sean ustedes semejantes a los siervos que esperan a su señor cuando ha de volver de las bodas para que le abran al instante en que llegue y llame.