Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 12:31-48 verso por verso
Más bien, busquen su reino, y estas cosas les serán añadidas.
No teman, manada pequeña, porque a su Padre le ha placido darles el reino.
»Vendan sus bienes y den ofrendas de misericordia. Háganse bolsas que no se envejecen; un tesoro inagotable en los cielos donde no se acerca el ladrón ni la polilla destruye.
Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
»Estén ceñidos sus lomos y encendidas sus lámparas.
Y sean ustedes semejantes a los siervos que esperan a su señor cuando ha de volver de las bodas para que le abran al instante en que llegue y llame.
Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor les encuentre velando cuando llegue. De cierto les digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y, viniendo, les servirá.
Aunque venga a medianoche, y aunque venga a la madrugada, si los halla así, ¡bienaventurados aquellos siervos!
»Sepan que si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora habría de venir el ladrón no habría permitido que forzara la entrada a su casa.
Ustedes también estén preparados, porque a la hora que no piensen vendrá el Hijo del Hombre.
Entonces Pedro le dijo: — Señor, ¿dices esta parábola para nosotros, o también para todos?
Y dijo el Señor: — ¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien el señor pondrá sobre los de su casa para que les dé sus raciones a su debido tiempo?
Bienaventurado será aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciéndolo así.
En verdad les digo que lo pondrá sobre todos sus bienes.
Pero si aquel siervo dice en su corazón: “Mi señor tarda en venir” y comienza a golpear a los siervos y a las siervas, y a comer y a beber y a embriagarse,
vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera y a la hora que no sabe, y le castigará duramente y pondrá su parte con los incrédulos.
Porque aquel siervo que entendió la voluntad de su señor y no se preparó ni hizo conforme a su voluntad recibirá muchos azotes.
Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque de todo aquel a quien le ha sido dado mucho, mucho se demandará de él; y de aquel a quien confiaron mucho, se le pedirá más.