Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 12:35-46 verso por verso
»Estén ceñidos sus lomos y encendidas sus lámparas.
Y sean ustedes semejantes a los siervos que esperan a su señor cuando ha de volver de las bodas para que le abran al instante en que llegue y llame.
Bienaventurados aquellos siervos a quienes el señor les encuentre velando cuando llegue. De cierto les digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y, viniendo, les servirá.
Aunque venga a medianoche, y aunque venga a la madrugada, si los halla así, ¡bienaventurados aquellos siervos!
»Sepan que si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora habría de venir el ladrón no habría permitido que forzara la entrada a su casa.
Ustedes también estén preparados, porque a la hora que no piensen vendrá el Hijo del Hombre.
Entonces Pedro le dijo: — Señor, ¿dices esta parábola para nosotros, o también para todos?
Y dijo el Señor: — ¿Quién es, pues, el mayordomo fiel y prudente a quien el señor pondrá sobre los de su casa para que les dé sus raciones a su debido tiempo?
Bienaventurado será aquel siervo a quien, cuando su señor venga, lo encuentre haciéndolo así.
En verdad les digo que lo pondrá sobre todos sus bienes.
Pero si aquel siervo dice en su corazón: “Mi señor tarda en venir” y comienza a golpear a los siervos y a las siervas, y a comer y a beber y a embriagarse,
vendrá el señor de aquel siervo en el día que no espera y a la hora que no sabe, y le castigará duramente y pondrá su parte con los incrédulos.