Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 13:22-42 verso por verso
Jesús pasaba por las ciudades y aldeas enseñando y caminando hacia Jerusalén.
Entonces alguien le dijo: — Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:
— Esfuércense a entrar por la puerta angosta, porque les digo que muchos procurarán entrar y no podrán.
Después que el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, afuera, comenzarán a llamar a la puerta diciendo: “¡Señor, ábrenos!”. Pero respondiendo él les dirá: “No les conozco de dónde son”.
Entonces comenzarán a decir: “Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste”.
Pero les hablará diciendo: “No les conozco de dónde son. ¡Apártense de mí todos los que hacen iniquidad!”.
Allí habrá llanto y crujir de dientes cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y a ustedes echados fuera.
Vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur; y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
He aquí, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.
En la misma hora llegaron ciertos fariseos y le dijeron: — Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Él les dijo: — Vayan y díganle a ese zorro: “He aquí echo fuera demonios y realizo sanidades hoy y mañana, y al tercer día termino”.
Sin embargo, es necesario que yo siga mi camino hoy, mañana y pasado mañana porque no es posible que un profeta muera fuera de Jerusalén.
»¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!
He aquí la casa de ustedes es dejada desierta. Les digo que no me verán más hasta que venga el día cuando digan: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.