Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 17:1-2 verso por verso
Dijo a sus discípulos: — Es imposible que no vengan tropiezos; pero, ¡ay de aquel que los ocasione!
Mejor le fuera que se le atara una piedra de molino al cuello y que fuera lanzado al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos.