Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 18:15-27 verso por verso
También le presentaban los niños pequeños para que los tocara. Y los discípulos, al ver esto, les reprendían.
Pero Jesús los llamó diciendo: “Dejen a los niños venir a mí y no les impidan porque de los tales es el reino de Dios.
De cierto les digo que cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño, jamás entrará en él”.
Le preguntó cierto hombre principal, diciendo: — Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?
Y Jesús le dijo: — ¿Por qué me llamas “bueno”? Ninguno es bueno sino solo uno, Dios.
Tú conoces los mandamientos: No cometas adulterio, no cometas homicidio, no robes, no digas falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre.
Entonces él le dijo: — Todo esto lo he guardado desde mi juventud.
Jesús, al oírlo, le dijo: — Aún te falta una cosa: Vende todo lo que tienes y repártelo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces él, al oír estas cosas, se entristeció mucho porque era muy rico.
Jesús, al ver que se había entristecido mucho, dijo: — ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Porque más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.
Los que oyeron esto dijeron: — ¿Y quién podrá ser salvo?
Él les dijo: — Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.