Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 18:9-14 verso por verso
Dijo también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como que eran justos y menospreciaban a los demás:
“Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo, y el otro, publicano.
El fariseo, de pie, oraba consigo mismo de esta manera: ‘Dios, te doy gracias que no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni aun como este publicano.
Ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo’.
Pero el publicano, de pie a cierta distancia, no quería ni alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho diciendo: ‘Dios, sé propicio a mí, que soy pecador’.
Les digo que este descendió a casa justificado en lugar del primero. Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.