Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 2:29-36 verso por verso
— Ahora, Soberano Señor, despide a tu siervo en paz conforme a tu palabra;
porque mis ojos han visto tu salvación
que has preparado en presencia de todos los pueblos:
luz para revelación de las naciones y gloria de tu pueblo Israel.
Su padre y su madre se maravillaban de las cosas que se decían de él.
Y Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: — He aquí, este es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha,
para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones. Y una espada traspasará tu misma alma.
También estaba allí la profetisa Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su matrimonio