Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 22:1-25 verso por verso
Estaba próximo el día de la fiesta de los Panes sin levadura que se llama la Pascua.
Los principales sacerdotes y los escribas estaban buscando cómo eliminarle, pues temían al pueblo.
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, el cual era uno del número de los doce.
Él fue y habló con los principales sacerdotes y con los magistrados acerca de cómo entregarle.
Estos se alegraron y acordaron darle dinero.
Él estuvo de acuerdo y buscaba la oportunidad para entregarlo sin que la gente lo advirtiera.
Llegó el día de los Panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar la víctima pascual.
Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo: — Vayan, prepárennos la Pascua para que comamos.
Ellos le preguntaron: — ¿Dónde quieres que la preparemos?
Él les dijo: — He aquí, cuando entren en la ciudad, les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa a donde entre.
Díganle al dueño de la casa: “El Maestro te dice: ‘¿Dónde está la habitación en la que he de comer la Pascua con mis discípulos?’”.
Y él les mostrará un gran aposento alto ya dispuesto. Preparen allí.
Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la Pascua.
Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.
Y les dijo: — ¡Cuánto he deseado comer con ustedes esta Pascua antes de padecer!
Porque les digo que no comeré más de ella hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Luego tomó una copa y, habiendo dado gracias, dijo: — Tomen esto y repártanlo entre ustedes
porque les digo que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
Entonces tomó pan y, habiendo dado gracias, lo partió y les dio diciendo: — Esto es mi cuerpo que por ustedes es dado. Hagan esto en memoria de mí.
Asimismo, después de haber cenado, tomó también la copa y dijo: — Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por ustedes se derrama.
»No obstante, he aquí la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.
A la verdad, el Hijo del Hombre va según lo que está determinado, pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
Entonces ellos comenzaron a preguntarse entre sí cuál de ellos sería el que habría de hacer esto.
Hubo entre ellos una disputa acerca de quién de ellos parecía ser el más importante.
Entonces él les dijo: — Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que tienen autoridad sobre ellas son llamados bienhechores.