• Lucas 23:27

    Lo seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él.

  • Lucas 23:28

    Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: — Hijas de Jerusalén, no lloren por mí sino lloren por ustedes mismas y por sus hijos.

  • Lucas 23:29

    Porque he aquí vendrán días en que dirán: “Bienaventuradas las estériles, los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron”.

  • Lucas 23:30

    Entonces comenzarán a decir a las montañas: “¡Caigan sobre nosotros!” y a los montes: “¡Cúbrannos!”.

  • Lucas 23:31

    Porque si con el árbol verde hacen estas cosas, ¿qué se hará con el seco?

  • Lucas 23:32

    Llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser ejecutados con él.

  • Lucas 23:33

    Cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores: el uno a la derecha y el otro a la izquierda.

  • Lucas 23:34

    Y Jesús decía: — Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.

  • Lucas 23:35

    El pueblo estaba de pie mirando, y aun los gobernantes se burlaban de él diciendo: — A otros salvó. Sálvese a sí mismo, si es el Cristo, el escogido de Dios.

  • Lucas 23:36

    También los soldados lo escarnecían, acercándose, ofreciéndole vinagre

  • Lucas 23:37

    y diciéndole: — Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

  • Lucas 23:38

    Había también sobre él un título escrito que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

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