Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 24:11-21 verso por verso
Pero sus palabras les parecían a ellos locura, y no las creyeron.
Sin embargo, Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Cuando miró adentro, vio los lienzos solos y se fue a casa asombrado de lo que había sucedido.
He aquí, el mismo día, dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús que estaba como a once kilómetros de Jerusalén.
Iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
Sucedió que, mientras iban conversando y discutiendo el uno con el otro, el mismo Jesús se acercó e iba con ellos.
Pero sus ojos estaban velados, de manera que no lo reconocieron.
Entonces les dijo: — ¿Qué son estas cosas que discuten entre ustedes mientras caminan? Se detuvieron con semblante triste.
Y respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: — ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe las cosas que han acontecido en estos días?
Entonces él dijo: — ¿Qué cosas? Y ellos dijeron: — De Jesús de Nazaret, que era un hombre profeta, poderoso en obras y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
y de cómo lo entregaron los principales sacerdotes y nuestros dirigentes para ser condenado a muerte, y de cómo lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que él fuera el que habría de redimir a Israel. Ahora, a todo esto se añade el hecho de que hoy es el tercer día desde que esto aconteció.