Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 24:33-42 verso por verso
En la misma hora se levantaron y se volvieron a Jerusalén. Hallaron reunidos a los once y a los que estaban con ellos,
quienes decían: — ¡Verdaderamente el Señor ha resucitado y ha aparecido a Simón!
Entonces ellos contaron las cosas que les habían sucedido en el camino, y cómo se había dado a conocer a ellos al partir el pan.
Mientras hablaban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: — ¡Paz a ustedes!
Entonces ellos, aterrorizados y asombrados, pensaban que veían un espíritu.
Pero él les dijo: — ¿Por qué están turbados, y por qué suben tales pensamientos a sus corazones?
Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy. Palpen y vean, pues un espíritu no tiene carne ni huesos como ven que yo tengo.
Al decir esto, les mostró las manos y los pies.
Y como ellos aún no lo creían por el gozo que tenían y porque estaban asombrados, les dijo: — ¿Tienen aquí algo de comer?
Entonces le dieron un pedazo de pescado asado.