Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 4:1-18 verso por verso
Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto
por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días; y cuando fueron cumplidos, tuvo hambre.
Entonces el diablo le dijo: — Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se haga pan.
Jesús le respondió: — Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre.
Al llevarle a una altura, le mostró todos los reinos de la tierra en un momento.
Y el diablo le dijo: — A ti te daré toda autoridad y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y la doy a quien yo quiero.
Por esto, si tú me adoras, todo será tuyo.
Respondiendo Jesús, le dijo: — Escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, Y a él solo servirás.
Y lo llevó a Jerusalén y lo puso de pie sobre el pináculo del templo, y le dijo: — Si eres Hijo de Dios échate de aquí abajo.
Porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti para que te guarden,
y en sus manos te llevarán, de modo que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Respondiendo Jesús, le dijo: — Dicho está: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.
Cuando el diablo acabó toda tentación, se apartó de él por algún tiempo.
Entonces Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y su fama se difundió por toda la tierra de alrededor.
Él enseñaba en las sinagogas de ellos y era glorificado por todos.
Fue a Nazaret, donde se había criado y, conforme a su costumbre, el día sábado entró en la sinagoga y se levantó para leer.
Se le entregó el rollo del profeta Isaías; y cuando abrió el rollo encontró el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos