Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 5:1-12 verso por verso
Aconteció que, mientras las multitudes se agolpaban sobre él y escuchaban la palabra de Dios, Jesús estaba de pie junto al lago de Genesaret
y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes.
Al entrar él en una de las barcas, la cual pertenecía a Simón, pidió a este que la apartara de tierra un poco. Luego se sentó y enseñaba a las multitudes desde la barca.
Cuando acabó de hablarles, dijo a Simón: — Boga mar adentro, y echen sus redes para pescar.
Simón le respondió y dijo: — Maestro, toda la noche hemos trabajado duro y no hemos pescado nada. Pero por tu palabra echaré la red.
Cuando lo hicieron, atraparon una gran cantidad de peces y sus redes se rompían.
Hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Ellos vinieron y llenaron ambas barcas de manera que se hundían.
Y Simón Pedro, al verlo, cayó de rodillas ante Jesús exclamando: — ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!
Por la pesca que habían logrado, el temor se apoderó de Pedro y de todos los que estaban con él,
y de igual manera de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Entonces Jesús dijo a Simón: — No temas; de aquí en adelante estarás pescando hombres.
Después de sacar las barcas a tierra, lo dejaron todo y lo siguieron.
Aconteció que, estando Jesús en una de las ciudades, he aquí había un hombre lleno de lepra. Él vio a Jesús y, postrándose sobre su rostro, le rogó diciendo: — Señor, si quieres, puedes limpiarme.