Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 5:12-17 verso por verso
Aconteció que, estando Jesús en una de las ciudades, he aquí había un hombre lleno de lepra. Él vio a Jesús y, postrándose sobre su rostro, le rogó diciendo: — Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Entonces extendió la mano y lo tocó diciendo: — Quiero. ¡Sé limpio! Al instante la lepra desapareció de él.
Y Jesús le mandó que no se lo dijera a nadie; más bien, le dijo: — Ve y muéstrate al sacerdote y da por tu purificación la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos.
Sin embargo, su fama se extendía cada vez más y se juntaban a él muchas multitudes para oírlo y para ser sanadas de sus enfermedades.
Pero él se apartaba a los lugares desiertos y oraba.
Y aconteció en uno de esos días que Jesús estaba enseñando, y estaban sentados allí unos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén. El poder del Señor estaba con él para sanar.