Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 7:7-14 verso por verso
Por eso no me tuve por digno de ir a ti. Más bien, di la palabra y mi criado será sanado.
Porque yo también soy hombre puesto bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Y digo a este: “Ve”, y él va; digo al otro: “Ven”, y él viene; y digo a mi siervo: “Haz esto”, y él lo hace.
Cuando Jesús oyó esto, se maravilló de él y, dándose vuelta, dijo a la gente que lo seguía: — ¡Les digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe!
Cuando volvieron a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo.
Aconteció que, poco después, él fue a la ciudad que se llama Naín. Sus discípulos y una gran multitud lo acompañaban.
Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un muerto, el único hijo de su madre la cual era viuda. Bastante gente de la ciudad la acompañaba.
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: — No llores.
Luego se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces le dijo: — Joven, a ti te digo: ¡Levántate!