Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 8:5-15 verso por verso
“Un sembrador salió a sembrar su semilla. Mientras sembraba, una parte cayó junto al camino y fue pisoteada; y las aves del cielo la comieron.
Otra parte cayó sobre la roca y, cuando creció, se secó porque no tenía humedad.
Otra parte cayó entre los espinos, y los espinos crecieron al mismo tiempo y la ahogaron.
Y otra parte cayó en buena tierra y, cuando creció, llevó fruto a ciento por uno”. Hablando de estas cosas, exclamó: “El que tiene oídos para oír, oiga”.
Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola.
Y él dijo: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás en parábolas para que viendo no vean, y oyendo no entiendan.
“Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
Los de junto al camino son los que oyen pero luego viene el diablo y quita la palabra de sus corazones para que no crean y sean salvos.
Los de sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo. Pero estos no tienen raíz; por un tiempo creen y en el tiempo de la prueba se apartan.
En cuanto a la parte que cayó entre los espinos, estos son los que oyeron pero, mientras siguen su camino, son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a la madurez.
Pero en cuanto a la parte que cayó en buena tierra, estos son los que, al oír con corazón bueno y recto, retienen la palabra oída y llevan fruto con perseverancia.