• Lucas 8:51

    Cuando llegó a la casa, no dejó entrar consigo a nadie sino solo a Pedro, a Juan, a Jacobo, y al padre y a la madre de la niña.

  • Lucas 8:52

    Todos lloraban y lamentaban por ella. Pero él dijo: — No lloren. Ella no ha muerto sino que duerme.

  • Lucas 8:53

    Ellos se burlaban de él, sabiendo que ella había muerto.

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